viernes, 26 de julio de 2013

Capítulo 97


              (Narra Zayn)
Odiaba tener que dejarla sola cuando venía a pasar unos días conmigo pero no podía hacer nada al respecto. Estábamos llenos de trabajo y justamente la agenda se llenaba más cuando ella decidía venir a verme. Eran las siete y ya estaba casi listo para irme. Sí, yo… que me cuesta más que a nadie despertarse. Pero es que cuando ella estaba a mi lado, no me costaba nada. Quería pasarme todo el día despierto observándola. Estaba dormida con los ojos cerrados y la boca cerrada, el pelo tapando una parte de su cara y el resto esparcido por la almohada. Parecía que los años no pasaban. Seguía con su rostro angelical, solo que sus facciones se habían marcado más.

-Mi amor… - dije acariciando su cara, apartando el pelo que cubría parte de esta. – Me voy ya.
-No…

-Sí, me voy ya. Te he dejado… – me acerqué a su oído. – Te he dejado dinero en la mesa que hay en la cocina.
-Llévatelo. – susurró abrazándome. – No lo quiero, yo tengo.

-Se que tienes pero quiero dártelo.
-No lo quiero, en serio. – se sentó para mirarme. Le acaricié la cara, se lo estaba tomando mal.

-Te he dejado también el desayudo preparado ¿vale? – cambié de tema, le di un beso en los labios antes de levantarme. – Ah… y también un pase para que puedas pasar sin preocupación en el O2, ya sabes dentro de dos días tocamos allí. – asintió sonriendo.
-¿Puedo pasarme a cualquier hora?

-Sí, a la hora que quieras. – me incliné para besarla aunque no lo logré.
-¿Hasta qué hora vas a estar?

-A las nueve estaré por aquí. – asintió mirando mis labios. – ¿Ahora me dejas besarte? – Negó divertida.
-Solo… - volvió a mi oído. – solo si te llevas el dinero. – Que cabezota era… sonreí porque eso era lo que me gustaba de ella.

-Vale. Me lo llevo. ¿Me dejas besarte? – soltó una carcajada antes de rozar sus labios con los míos, se movían suavemente, incitando con mi lengua que abriera la boca, su lengua se introdujo sin esperármelo haciendo que gimiera por sentir su tacto. El movimiento de nuestros labios aceleró causando que me acostara encima de ella acariciando su cuerpo cubierto de ropa. – Odio que haga tanto frío… siempre llevas mucha ropa. – su boca bajó a mi cuello dando pequeñas mordidas en él. – Mor… tengo un concierto dentro de dos días, no me dejes marca…
-Lo siento… el momento me ha podido. – volvió  a mis labios para saborearlos unos segundos más antes de terminar con pequeños besos. – Se te hace tarde.

-Te espero. Ven pronto, quiero tenerte cerca estos días.
-En unas horas estoy allí, cariño. – le di un último beso. – Te amo.

-Y yo mi amor. - salí a regañadientes de mi departamento. Los últimos años no había conseguido que se mudara a vivir conmigo en Londres y eso me ponía de los nervios pero esperaría el tiempo que sea necesario hasta que ella lo decidiera sola. Me subí a mi coche y conduje hasta  el O2. Me metí por la parte de atrás saludando a mis ya habituales amigos... seguridad, sonido, limpieza, entre otros. 
-¡Hey Zayn! – gritó Louis desde el escenario. Lo saludé con la mano mientras subía. – Pensé que no vendrías.

-Si pudiera saltármelo, lo haría. ¿Y los demás?
-Liam y Niall se han ido al Starbucks a por el desayuno y Harry está en el backstage con Nere.

-¿Nere está aquí?
-No se sentía bien y se la ha traído. – pobre… eso del embarazo, la dejaría muerta. – Se va a aburrir.

-No lo creo. More vendrá en nada. – me sonrió alzando una ceja. – Es que la voy echar de menos hasta que vuelva a venir.
-¿Por qué no se muda de una vez? – me encogí de hombros. – Tendrías que hablar con ella. – Lo haría pero no para agobiarla. Y también tenía que hablar con él.

-Por cierto… - le pasé un brazo por el hombro para darle confianza. - ¿Qué te pasa con Michelle? La tratas fatal.
-Y ella a mí.

-Os tratáis fatal. ¿Por qué? – nos sentamos en el suelo mientras los técnicos de sonido preparaban algunas cosas que quedaban por acabar. Miró a un punto fijo del suelo intentando buscar dentro de él para decirme el porqué de su actitud. – Venga Louis… soy tu amigo. – pasé un brazo por encima de su hombro. - ¿Qué es lo que pasa? ¿Te gusta?

-¡No! – gritó separándose de mí. Se sentó en frente para mirarme a los ojos. – Que cosas dices Zayn. Yo amo a la madre de mi hijo. – no dije nada, así que continuó. – No me gusta que Michelle siga siendo amiga de Caroline. No soporto la idea de que haga algo malo en contra de Nerea y Harry. – asentí comprendiendo. – Y ahora lo que más me preocupa es que está de por medio el bebé. No quiero que Harry sufra una decepción después de, bueno… ya sabes…
-Sí, después de lo que pasó con su primer hijo. – asintió con tristeza. – Entiendo tu preocupación pero te estás pasando con tu actitud. Pareces un idiota.

-¡Es amiga de Caroline!
-No me grites. – dije ya enfadado. – Y para tu información hace más de un año que no sabe nada de ella. Eres un imbécil por tratarla mal sin si quiera informarte antes. Es una persona con sentimientos, tío. ¿Y sabes que es lo peor? – negó enfadado. – Que tú tonta actitud la está alejando de Jack y al final acabaremos cada uno con sus respectivas familias como si nunca hubiéramos sido amigos cuando no es así. Somos todos como hermanos pero por una cosa o por otra eso se está acabando y nos estamos olvidando de ello. – Me levanté enfadado porque sabía que tenía razón. No le estaba gritando pero mi tono de voz era bastante elevado comparándolo con mi tono de voz habitual. – Y pídele perdón. Deja de comportarte como un adolescente que ya no lo eres. Tienes 25 años, tío. Madura de una vez. – lo miré por última vez y asintió mirando al suelo. – Pídele perdón.

-No hace falta que me lo repitas. Sabes que lo haré.
Fui hasta el backstage encontrándome con Harry y Nerea. Estuvimos un rato hablando antes de que nos llamaran para ensayar para el concierto. Nerea se había sentado en la zona VIP, en primera fila para ver como lo hacíamos. Dos horas cantando para que saliera genial. Solo tres canciones más y acabábamos el primer ensayo. Mientras Liam empezaba con la penúltima canción que era “Live While Were Young” aproveché para beber agua, me dolía la garganta. Cuando me giré para empezar con mi solo, la vi entrar, caminaba por uno de los pasillos mirándome, le sonreí. Se sentó a lado de Nerea y empezaron hablar. Terminamos con “What Makes You Beautiful”. Salté del escenario para saludarla, casi me mato pero no importaba.

-¿Estás bien? – dijo riéndose. Se acercó para ayudarme pero no hacía falta porque estaba bien. Puse mis manos en su cintura cuando ella rodeó mi cuello con sus brazos. – Lo has hecho muy bien. – me susurró dejando un pequeño beso debajo de la oreja. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Bajó una de sus manos por mi espalda hasta llegar a mi culo, la dejó unos segundos allí hasta que sentí que la metía en mi bolsillo trasero del pantalón y un leve peso cayó dentro. Bajé una mano cogiendo la suya, palpé por encima de esta intentando averiguar que era. – Tu dinero… te dije que no lo quería.
-No quiero que me lo devuelvas. – sacó la mano de mi bolsillo para esta vez acariciar mi cara. - ¿Por qué no puedes aceptarlo? Es dinero, joder, tampoco es para tanto. No se va a acabar el mundo porque lo aceptes. En serio que no  te entiendo.

-Es que te lo dije en su momento. No quiero tu dinero. Para algo trabajo. Tengo el dinero suficiente para mantenerme  a mi misma y que no me falte de nada. Sé que comparado con el tuyo es nada pero a mí me sirve ese dinero.
-Pero soy tu novio. Quiero que no te falte de nada ¿tan difícil de comprender es eso? – me separé pero no dejó volviendo a su posición anterior esta vez pegándose más. Volví a rodear su cintura con mis manos, abrazándola para que no se escapara aunque claramente el que tenía la intención de separarse de ella era yo.

-¡En diez minutos empezamos! – gritó Paul. -¡Hola More! – ella le sonrió, miré asintiendo y volví a centrarme en ella.

-Por esa regla de tres, tengo que ser una mantenida ¿no? No es tan difícil de entender, Zayn. He traído dinero para estos días que me quede aquí. Lo suficiente para volver a Madrid con algo también. – desvié la mirada a otro sitio, no quería mirarla a los ojos porque me costaba tanto entenderla… Que era dinero, no era otra cosa. Me molestaba que no lo quisiera, yo se lo daba porque quería, no porque me lo pidiera. Enredó sus dedos en mi pelo. Con lentos movimientos dirigió mi cara a su cuello, le di un pequeño beso y aspiré su perfume. Me encantaba su olor. – Te quiero. – susurró. – No te enfades. – la miré sonriendo, me podía, sin duda me tenía comiendo de su mano. Acerqué mi cara a la suya dándole un beso. Perfecto para sentirla. Nuestras bocas se movían al mismo ritmo, rocé su labio inferior con mi lengua. Mordió mi labio separándose.

-No sabes todo lo que te echo de menos cuando no te tengo a mi lado.

-Lo sé. – dijo. Le di un beso de mariposa en la mejilla, me encantaba dárselos, eran muy románticos. – Yo también, amor. Me siento tan sola cuando no estás a mi lado. – posé mi frente  en la suya. – No te haces una idea de todo lo que te amo. – un beso esquimal antes de besarla otra vez.

-Te aseguro que no más de lo que te amo yo. – me sonrió arreglándome el pelo. – ¿Tan mal me veo?

-Digamos que te he despeinado sin darme cuenta. – dijo riéndose, yo hice lo mismo.

-¡Vosotros! – gritó Harry riéndose. – Sube, Zayn, vamos a empezar. – suspiré asintiendo. La dejé sentada con Nere y subí al escenario. ¿Por qué había que ensayar tantas veces lo mismo? Ya lo teníamos más que controlado. Me gustaba hacerlo pero no cuando me interrumpían en un momento tan espacial, tan “Zore”. Le guiñé un ojo cuando sacó su móvil y nos hizo una foto mientras tanto Josh empezó a tocar “I Would” con su batería.

 
              (Narra Andrea)

-Jack, para… - ducharlo se me hacía cada vez más complicado. No se estaba quieto ni un minuto y con todos los juguetes que solía traerse a la bañera, creo que terminaba lavando los juguetes que bañándolo a él.

-Este me lo dio la tía Mitchie.

-Sí, es precioso pero déjame echarte el champú. – se separó poniéndome el robot que tenía en las manos delante de la cara. - ¡Jack! Te voy a castigar. – me miró y empezó a llorar. Sí es que era muy listo. – Vale... lo siento pero déjame terminar ya. Llevamos más de media hora aquí dentro. Me has empapado entera. – asintió sonriendo quedándose quieto. – Seguramente tu tía Pamela debe de estar desesperada. Llegamos tarde.

-¿Vamos al parque?

-Algo así. Pero primero vamos a comprar unas cosas. Mañana papá hace concierto y vamos a ir a verle.

-¡Bien! Hay mucho ruido cuando vamos a esos lugares, puedo gritar y nadie me dice nada. – me reí. Que inocente era. – No me dirás nada ¿no? – negué riéndome aún. ¿Cuando había crecido tanto? Era un listo. Pero seguía siendo mi bebé. Lo vestí y peiné en minutos y yo hice lo mismo. Hace muchísimo frío. Así que antes de salir de casa, me aseguré de que llevaba su gorro preferido, a juego con los guantes y bufanda. No tardamos más de cinco minutos en llegar.

-Ya era hora. – me dijo Pamela cuando me vio aparecer. – Seguro que la tardanza se debe a que hiciste una de tus trastadas ¿no? – Jack se encogió de hombros y sonrió. – Estas hecho un diablillo. – le agarró la nariz moviéndola suavemente. Nos sentamos en una mesa del Starbucks porque aún teníamos que esperar a Michelle. Tenía que agradecer que Jack se portara bastante bien cuando salíamos de casa, solía estar tranquilo, jugando con lo primero que pillara.

-¡Oh por dios! ¡Sois vosotras! – dos chicas detrás de nosotros gritaron. – Os podéis hacer una foto con nosotras, por favor… - asentí y me puse con Pamela a lado de ellas. – el pequeño Jack también.

-Jack, ven aquí cariño. – Me hizo caso y lo cogí en brazos. Me dio un beso en la mejilla cuando el flash disparó en nuestra cara.

-Muchas gracias. – Les sonreímos y salimos fuera. Sabíamos como era eso. La foto sería subida a twitter y una vez allí, más gente vendría y sería un caos. Llamamos a Michelle y le dijimos que la esperábamos en el centro comercial. Después de exactamente una hora llegó con varias bolsas en la mano.

-Por fin, tía. – dije fastidiada de esperar.

-Lo siento. – se disculpó. – Yo ya me he comprado ropa para el concierto de mañana y pasado. Así que solo faltáis vosotras. – miró a Jack. – Y por supuesto, tú también. ¿Qué te vas a poner para ir a ver a One Direction? – se encogió de hombros.

-Solo sé que podré gritar mucho y nadie me dirá nada. – nos reímos y antes de empezar con la búsqueda de la ropa, pasamos por otro Starbucks. Adictas al Starbucks eso es lo que éramos.

No recuerdo en cuantas tiendas estuvimos metidas. A Michelle no se le escapaba ningún complemento. Llevábamos más de tres horas de compras y notaba que Jack se empezaba a cansar.

-Mamá… quiero irme a casa.

-Espera un momento, en seguida acabamos. – lo cual era mentira. Aún nos quedaba la ropa de Pame. - ¿Quieres que llamemos a Papá a ver qué tal está? – asintió. Cogí el móvil y marqué.

            ………………….. Llamada de Telefónica ………………

-¡Cariño!

-Hola, Louis. ¿Estás ocupado?

-No, acabamos de terminar nuestro tercer ensayo, aún nos queda uno para poder ser libres ¿Por qué? – tenía que llevárselo ó Jack acabaría enfadado.

-Verás es que llevamos toda la tarde de compras y Jack está cansado y me preguntaba su podrías venir a por él y llevártelo al O2, así te ve. – suspiró pero finalmente me dijo que sí.

-Pero no puedo ir a por él. Va More ¿Vale? Te la paso y habláis.

-Ok.

-Oye. - se rió. – Que te quiero, amor mío.

-Yo también bobo. – iba a decirle que me pase a More pero Jack me dio unos golpecitos en la pierna para que le pasara el móvil. – Espera que tu hijo quiero hablar contigo.

-¡Papá! Ven a rescatarte ¡por dios! Estoy muy aburrido. – no podía escuchar lo que le decía Louis pero seguramente se estaría riendo. – Menos mal… vale. Te la pongo ahora. – me pasó el teléfono.

-De verdad… lo que tiene que aguantar mi hijo… - me reí por el tono que usó. – Te paso a More. Te veo después.

-Está bien. – Hablé unos minutos más con More para decirle donde estábamos y colgué.

                ………………….. Fin de llamada ………………….

Esperamos quince minutos en el mismo Starbucks de antes. More llegó y se llevó a Jack. Después de eso solo recorríamos el centro comercial de arriba abajo, en cada tienda que veíamos nos metíamos e incluso había algunas en las que habíamos estado con Jack hacía unas horas atrás.

-¡Dios! Estoy muy cansada. – dije tirándome en el sofá de casa dejando que las bolsas volaran por la sala. – No vuelvo a salir de compras contigo Michelle.

-Joder, ya sabéis como soy… pero no me podéis negar que nos la hemos pasado muy bien.

-No, si no lo negamos. – contestó Pame. – Si nos encanta aunque es agotador.

-Dejaros de tonterías… mañana tenemos que estar muy guapas. Habrá mucha gente famosa y prensa.

-Dios… que más da eso. Yo la verdad estoy harta de la prensa. – dije sentándome.

-Pues por eso. Sabes como son. Están esperando el momento perfecto para puntuar como vestimos y para meter mierda para hacernos sentir una jodida mierda elevada a infinito. – negué riéndome, estaba exagerando.

-Es verdad lo que dice Michelle. Lo hacen porque según ellas somos poco cosa para los chicos. Preferirían que estuvieran con modelos, cantantes y esas cosas.

-Sí, Pamela pero ¿cuánto tiempo llevamos con ellos? Años, diría yo. Con hijos.

-Habla por ti y por Nerea. Nosotras aún nada de nada.

-Bueno... eso es igual. No podéis desconfiar ahora de ellos, ahora no. – asintieron sonriendo. – Es más… voy a llamar  a Louis para que cenemos todos juntos aquí.

-¡Me parece fantástico! ¡Celebración con todos antes de que empiecen una nueva gira! – gritó Michelle.


Últimos capítulos!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario