(Narra
Niall)
-“Que
os quiero y espero que volváis prontito ¿eh? Cuidaros” –
imité su voz. – Morí cuando dijo eso Harry. – le susurré. - ¿Porque me hace eso?
-¿El qué?
-Decir esas cosas. Ponerme celoso con ese idiota y lo
peor de todo... besarlo cuando yo estoy mirando.
-¿Con Ryan? – asentí mirando la pantalla en la que se
veía ahora a Bego sentada en un sofá individual con el móvil en la mano. – Pues
la hace feliz y la quiere, tío.
-Gracias por apoyarme ¿eh? Que buen amigo eres Hazza. –
dije con sarcasmo.
-Ya te lo he dicho mil veces. Fuiste un idiota ¿Cómo la
dejas? En su cumpleaños y encima como si nada hubiera pasado.
-Sabes que no podíamos con todo esto. – seguíamos
susurrando.
-Luchaste tanto por ella… ¡Casi te vas de la banda rubio! y
¿para qué? Para hacerle eso… no entendí nada cuando la dejaste. – Tenía razón
pero todo hubiera sido muy complicado. No quería lastimarla. Lo peor es que
ahora estoy más enamorado de ella que antes, muriéndome por dentro porque está
con otro, y además mis amigos lo apoyan, eso sí que era lo peor. Si mis amigos
decían que él era bueno, era porque en realidad era un buen tío. – Sí ya estas
así y solo la viste por una pantalla… imagínate cuando la veas en persona.
-No lo haré. No pienso hacerlo. No podría controlarme y
no merece que la confunda. – me miró con una ceja levantada, me reí por su
cara. – Ella es feliz y si él la hace feliz pues me aguanto por haber sido un
gilipollas.
-Ryan es un buen tío y la quiere.
-Lo sé. No hace falta que me lo repitas tantas veces… -
suspiré. - Por eso me he resignado a que me informes de lo que pasa en esa
relación. Necesito saberlo todo. si Ryan se atreve a lastimarla... no se que haría Harry. Menos mal que estás tú.
-Tampoco te ilusiones mucho. No estaré siempre pendiente
de lo que haga ____. – No quería hablar más sobre ella. – Tú tienes a Amy.
-No somos novios.
-Pero tampoco has hecho nada para negarlo. – Otro punto
para Styles, pero ¿qué podía hacer? Es una de mis mejores amigas y como se
llama ahora es una amiga con derecho, sin compromisos. Miré a la pantalla y
volví a mirar como hablaban, Bego estaba de pie guardando unas cosas en su
bolso. Era mi momento para acosarlo a él.
-¿Has visto lo guapa que está? – levantó la mirada del
móvil y se quedó mirándola, sin decir nada, parecía que ni respiraba. – Harry…
-Es perfecta, Niall. ¿Con quién habrá quedado?
-Ni idea. – reí, sabía perfectamente que Harry me
entendía porque le estaba pasando lo mismo con Bego, le volví a mirar pero él
seguía igual. – Si no fuera porque estoy perdidamente enamorado de ____, podría
hacer el intento con Bego. – me dio un golpe en el brazo, muy fuerte. – ¡Pero
no me pegues! – grité en bajo mientras me acariciaba donde me había pegado.
-Que soy tu amigo, capullo. Ella es mía. – estaba
enfadado.
-Tuya no creo… Ha quedado con alguien y muy tuya pues… no
es. – me fulminó con la mirada.
-¿Vale? ¡O te callas o te callas!
-Es broma, tonto. – dije despeinando sus rizos, soltó una
risa de alivio y yo una carcajada.
- Ya va siendo hora de que os vayáis a cantar ¿eh?
Lleváis muchas horas hablando. – dijo ella saliendo por la puerta.
-¿Has visto que sonrisa más perfecta tiene? – le miré.
Harry en verdad la quería pero también había sido un idiota al dejarla ir ese
día a la cita. Se notaba que ella no era la Begoña que se había enamorado de
él. Había cambiado, había encontrado un nuevo amor. Su cara lo demostraba. -
¿Cómo pude salir con Taylor?
-¡Por gilipollas! eso es lo único que te puedo decir.
-Gracias, buen amigo del alma, irlandés y duende verde. –
dijo con ironía. Solté una carcajada con la que estuve a punto de morir.
-Te quiero, Styles. – dije pasando un brazo por su hombro.
– Somos unos tontos que sufren por un amor que dejaron escapar.
-Y que lo digas, Horan. Gilipollas nos viene mejor.- Reí
y esta vez el también lo hizo.
-¿Vamos a saludar a fans? – dije levantando una ceja.
-¿Quieres algo más que compañía? – asentí pícaro. – Pues
vamos. – nos levantamos despidiéndonos de los chicos y de Perrie y Paula. Caminamos
a la salida. – Pero no con fans, ya sabes… luego hay rumores.
-¿Entonces? – pregunté confundido.
-Unas chicas de compañía que son bastante sexys y te
llevan a la gloria. – rió coqueto subiéndose a su coche. Sabía dónde íbamos,
solo para entretenernos. - ¿Recuerdas su
casa?
-Es un club, Harold. – dije riéndome. No sé ni cómo
conseguimos llegar pero lo hicimos. Tuvimos cuidado de que no nos hicieran
fotos ni nada de eso, era complicado llevar más de un año recorriendo mundo. No
habíamos ni descansado por lo menos tres meses para emprender otras aventuras
con una nueva gira. En realidad sí que necesitábamos descansar. Menos mal que
nos faltaban dos meses y acabaríamos. Entramos en aquel lugar que para que vamos a
mentir, nos solían tratar muy bien. Y como era de esperarse a esas horas,
estaba vacío. – No hay nadie.
-Mejor, solo para nosotros. – Una de las chicas se acercó
a Harry y la otra a mí, ya la conocía bien. Me dio un beso y beso mi cuello.
-¿Qué tal estas irlandés? – dijo caminando conmigo a la
zona vip, más privacidad. – Hace mucho que no venias.
-Lo sé Jade, pero con la gira casi no podemos.
-Me he enterado de que tienes novia.
-Algo hay pero no es nada serio. – dije sentándola encima
de mí. No perdíamos el tiempo y tampoco nos lo podíamos permitir. En menos de
cuatro horas teníamos que estar en el escenario y no convenía levantar
sospechas. – Solo diversión, ya sabes. – Me miró a los ojos y rozó sus labios
con los míos para empezar a besarme con lentitud y ternura. Abrió la boca para
que mi lengua se introdujera en ella, el beso subió la temperatura más de lo
que esperaba. Mi amiguito estaba feliz y no lo disimulaba. – Quiero discreción,
por favor. – dije separándome para respirar.
-No te preocupes. – me contestó en un gemido al sentir
mis manos en sus pechos. – Ahora solo bésame y hazme el amor. - ¿hacerle el
amor? Eso era imposible. Solo era sexo, con la única que podría hacer el amor,
sería con _____ pero ni eso habíamos llegado hacer por lo tonto que había sido.
– No pares Niall. – dijo cogiendo mi mano para que le quitara la ropa. Era
hombre y mis hormonas masculinas eran débiles. Hice lo que me pidió y seguí
acariciándola mientras ella gemía…
(Narra
Bego)
Había pasado más de una hora y Andy no aparecía. Me
estaba empezando a preocupar, a lo mejor le había pasado algo pero mi mente
también barajaba la idea de que me había dejado plantada. Vi pasar a la chica
de antes. A la tonta, la llamé.
-Perdona ¿me puedes traer la carta?
-¿No esperaras a tu cita? – ¿Pero que más le daba? Mira
que había tratado de ser amable pero no me lo ponía fácil. Respiré hondo, tenía
que tranquilizarme.
-Eso a ti no te importa. Solo tráeme lo que te he pedido.
– suspiró matándome con la mirada y se fue. Esto no se quedaría así, tenía
hambre y ni un mensaje me había enviado. La rubia volvió y me tiró la carta en
la mesa dejándome con la mano estirada. Ahora sí que se había acabado. Cogí la
jarra de agua y la acerqué a la punta de la mesa.
-¡Espera! – ella paró sin volverse para mirarme.
-Eres una mal educada, cuando alguien te habla se la mira
a la cara. ¿Pero qué más da? Por lo visto no tienes modales, creo que estas muy
caliente, más bien diría que eres una zorra que no sirve ni para hacer un
simple trabajo como este.
-¿Y tú sí? – me dijo desafiante. Me levanté para quedar a
su altura y ponerme frente a ella ya que
no lo había hecho.
-Mas que tú, te lo aseguro. Por lo menos no voy vestida
como una puta y trato mal a las clientas. – me iba a contestar pero no la deje.
– ¡Ah no! Espera, que solo te interesan
los tíos jóvenes que puedan detener el calor que corre por tus venas ¿no? –
cogí la jarra de agua y se la tiré encima. En ese momento pude ver a Andy
llegar y caminar hasta donde estábamos. – Sí tenías algún problema conmigo solo
tenías que habérmelo dicho y no tratarme como a una mierda. – cogí el bolso y
empecé a caminar con las miradas de todos puestas en mí. Paré en seco al
sentirlas, se notaba lo cotilla que era la gente porque casi no había gritado,
solo había levantado un poco la voz y ya todos se habían puesto al tanto. Giré
sobre mi misma para ver el panorama y después fijé mi mirada en Andy, tres
segundos. Pasé por su lado y ni le miré, intentó agarrar mi brazo pero no lo
dejé. Me puse las gafas de sol, no podía llorar, tenía que aguantar. Esperé a
que el ascensor subiera. Disimuladamente miré y él hablaba con ella. No quería
quedarme ni un minuto más allí. Las puertas se abrieron y me metí, Andy venía
corriendo hasta donde estaba pero las puertas se cerraron y lo agradecí como
nunca antes. Una lágrima de rabia bajó por mi mejilla y la limpié con enfado
haciéndome daño. Las puertas del ascensor se volvieron abrir y él me esperaba
casi sin aliento ¿en serio había bajado 20 pisos por las escaleras? Seguro que
me iba a explicar lo que le había pasado pero en ese momento no tenía ánimos
para verle y mucho menos, escucharle, la rabia me carcomía entera y ni yo me soportaba.
Esperaba que le dijera algo pero pasé de él como él lo había hecho conmigo.
Seguí mi camino y me siguió.
-¿Me puedes explicar porque has hecho eso? – ¿Dónde
quedaba el “Seguro que me iba a explicar
lo que le había pasado”? pero me encontré con un Andy que sonaba un poco
enfadado. Le miré mal e intenté parar un taxi. – No pases de mí. ¡Casi me ahogo
intentando alcanzarte! - Oh... ¿Me había gritado? ¿En serio?
-No puedo creer que hayas hecho esto.
-Yo no puedo creer que hayas hecho lo que vi. – suspiré enfadada.
Paré un taxi y me subí. – ¡Ahora no huyas! – el taxi se puso en marcha y él se
subió en su coche. Me iba a seguir, gilipollas ¿no se daba cuenta que como lo
viera un segundo más lo mataría?
El taxi daba vueltas y vueltas, el pobre señor no me había
preguntado ni la dirección y por una parte le convenía, así me cobraría más.
Estábamos pasando por una calle que no tenía salida, eso era lo que quería, me
giré para ver si venía detrás pero al parecer se había rendido y ya no estaba.
Me bajé del taxi no sin antes pagarle.
-Quédese con el cambio. – Empecé a caminar por aquella
calle y me senté en el rincón detrás de unos cubos de basura, olía fatal pero
así nadie me vería por si querían pasarse conmigo o algo peor. Apoyé mi espalda
en el muro que había y eché mi cabeza para atrás cerrando los ojos ¿Por qué
estaba enfadado? En todo caso la que tendría que estar enfadada sería yo y no
él. ¿La conocía de algo o se estaría disculpando por mi actitud? ¡Dios! Tenía
la cabeza hecha un lío, ahora le necesitaba pero no estaba. ¿Por qué cuando iba
con una idea de poder intentar algo serio con él pasaba esto? Las lágrimas no
podían aguantar más y empezaron a salir. ¿Por qué estaba llorando? ¿De la
rabia? ¿Eran celos? ¿Le quería?
-No entiendo que haces en esta calle tan siniestra y
sola. Te puede pasar algo ¿eres consciente? – idiota, eso era lo que era. – Te
estoy hablando Begoña.
-¿Qué quieres? – le dije lo más seca posible. Pasé mi
mano por la cara limpiando mis lágrimas pero me volví hacer daño, sentía dolor
y me lo estaba haciendo yo.
-¡¿Pero qué haces?! ¡¿Estás loca?! – vino corriendo hasta
donde estaba y se sentó frente a mí, me sujetó las manos para que no me
siguiera golpeando.
-¡Déjame! ¿Qué quieres? No entiendo que haces aquí ¿por
qué no te largas por donde viniste y te quedas con la rubia esa?
-¿Pero qué estás diciendo, Bego? – suspiró cerrando los
ojos a lo mejor para tranquilizarse.
-¡Lo que estas escuchando! – por fin le miré, en ese
momento con desesperación sacó un pañuelo que llevaba en el bolsillo y me lo
pasó por la cara, cerca de la mandíbula. Cuando lo hizo sentí mucho dolor,
ardor. Una vez bajó el pañuelo pude ver
como este tenía sangre. ¿Otra vez?
-¿Por qué te haces daño? – Eso me preguntaba yo ¿Por qué
siempre que pasaba algo malo la rabia me invadía y hacia que me lastimara? –
Pasó con Harry y no quiero que pase conmigo. Yo te quiero cariño y no quiero
que te lastimes por mi culpa ¿Qué te hice?
-Será mejor que me vaya. – me levanté y él también. – No
me sigas.
-Si piensas que voy a dejar que te vayas así, estás muy equivocada.
– suspiré con fuerza y paré en seco. – Sé que estas enfadada pero no dejas ni que
me explique. – suspiró y le miré a los ojos. - Tuve un problema. Mi hermana
está en el hospital y se me hizo tarde. – Vale, ahora me sentía mal. Muy mal ¿Cómo era posible que yo estuviera pensando lo peor de él? Sin embargo, eso no justificaba
porque defendía a la rubia esa.
-Yo lo siento… pero no es por eso que estoy así. Lo que
me jodió es ver como ibas con ella y nada más verme me dices… es que aún las
recuerdo. – imité su voz. - “¿Me puedes
explicar porque has hecho eso?” ¡Y tenías un tono de enfadado, Andy! Nunca
me habías hablado así.
-Lo siento. Puede que me haya pasado… - Lo hiciste. - Es una amiga, Bego.
Fui un caballero y le pregunté qué había pasado pero solo recibí una cachetada
de su parte.
-Es que no sabes cómo me trató. Sabes que soy impulsiva.
Te juro que intenté ser amable pero era imposible. – me miró a los ojos y me
abrazó.
-Vamos a mi casa, tenemos que hablar y curarte ese
arañazo que te has hecho. - ¿Qué podía hacer? Pues empezar a caminar con él.
Subimos a su coche y me cogió la mano, la otra la subió a mi mejilla y me
acercó a él, rozó nuestros labios y me besó con ternura, no nos hizo falta un
beso con lengua, este fue uno especial, uno con sentimiento. Se separó
sonriendo. – Eres una tonta que lo sepas.
(Narra
____)
-¿Le has avisado ya a Paula?
-Sí, en realidad a Bego. – su mano izquierda dejó el volante
y buscaba mi mano derecha, se la acerqué y entrelazó nuestros dedos. – Ella se
lo dirá, supongo que mi hermana seguirá hablando con Liam. – Me miró de reojo y
sonrió. - ¿Por qué sonríes tanto?
-Estoy contento. – me miró unos segundos y volvió la
vista a la calle, estábamos prácticamente llegando a su casa. – Estas conmigo y
eso me hace feliz. – Era un cursi total pero me gustaba, me demostraba que me
quería. Aparcó delante de su casa y el mayordomo nos abrió la puerta. Pasó su
mano por mi cintura y llegamos a la sala. – Te dejo con mi madre, voy a saludar
a mi abuela que ha venido a vernos. – me dio un beso y desapareció subiendo las
escaleras. Su madre no estaba en ninguno de los sofás, como llegara y no me
viera con Ryan allí, me moriría de la vergüenza ¿Qué le diría? Antes no me
había quedado a solas con ella. Se escucharon pasos y Hannah apareció con un
libro en las manos. Nada más verme sonrió y vino hasta donde estaba para darme
dos besos.
-Hola querida ¿Cómo estás? No sabía que ibas a venir a
comer.
-Buenas tardes Hannah. No, no, no te preocupes, ya hemos
comido. – se sentó y me indicó que me sentara a su lado. Estaba de los nervios
¿Qué le iba a decir? Lo primero que se me pasara por la cabeza. – Hemos venido
a pasar la tarde juntos. – ella alzó una ceja, dios, no la podía liar más. – No
me refería… bueno, hemos… pensamos pasar la tarde con vosotros. – intenté
arreglarlo. Soltó una carcajada. La verdad no le veía la gracia. Menos mal que
en ese momento Ryan bajaba con un brillo en los ojos.
-Buenas tardes, mamá. – la saludó dándole un beso en la
frente. Yo también quería tener una familia como la de ellos, se querían mucho
y él amaba a su madre. A continuación se sentó a mi lado pasando su mano por mi
cintura. – La abuela esta radiante, no sabes lo que me alegro de que esté en
casa.
-Estoy intentando convencerla para que se quede todo el
mes pero no hay manera. Dice que no quiere ser una molestia.
-Ella no es una molestia mami. Intentaré convencerla, así
vigilas si se toma las pastillas, no quiero que vuelva a recaer. - ¿a recaer?
¿Por qué?
-¿Está enferma? – pregunté. Él me sonrió y me dio un beso
en la mejilla.
-Nada para preocuparse. – me contestó. – Pero me hace
ilusión que mi abuela pase unos días con nosotros. – me apoyé en su pecho
mientras él seguía hablando con su madre, cerré los ojos unos segundos y no sé
en qué momento me quedé dormida porqué directamente dejé de pensar. Los volví
abrir lentamente y me acariciaba el pelo, solo escuchaba los latidos de su
corazón y su tranquilidad al respirar. Posó sus labios en mi cabeza y me dio un
pequeño beso, subí la mirada separándome un poco. – ¿Te desperté? – negué
sonriendo. – Te quedaste dormida. -Lo siento.
-No seas tonta. – me besó para separarse después de unos
segundos. – Me ha encantado que te durmieras en mi pecho. Si hubieras visto la
cara de mi madre habrías muerto de la ternura.
-¿Ah sí? ¿Y eso?
-Ama que seas mi novia. Además aproveché para decirle que
nos íbamos el Lunes a Wolverhampton. – ¡Cierto!
Se me había olvidado llamar a Maura.
-¿Te ha dejado? – como no fuera así me daba algo, quería
ir con él.
-Tengo 18, cariño.
-Dentro de dos meses cumples 19, cariño. – dije imitando
su voz.
-Te has acordado.
-Eres mi novio ¿Cómo no lo iba hacer? – se encogió de
hombros. Cambié de tema. – ¿Te ha dejado o no? – asintió sonriendo, subí mis
brazos a su cuello y lo besé, sus manos se posaron en mi cintura y me acercó a
él. Seguí besándolo mientras saboreaba sus dulces labios perdiendo por completo
la noción del tiempo, intentó separarse y le mordí el labio inferior, lo cual
hizo que se vuelva acercar. Después de besarnos unos minutos más por fin dejé que
se separara.
-Me vas a sacar sangre uno de estos días. – dijo
levantándose y cogiendo mi mano para subir conmigo las escaleras, llegamos a su
habitación. - ¿Me ayudas hacer la maleta? – Tardamos casi una hora en hacer la
dichosa maleta, era como una mujer pero en hombre, le encantaba combinar lo que
se ponía y no se decidía fácilmente por un conjunto u otro. Al final fui yo la
que terminó haciéndosela mientras él se duchaba.
Salió con la mitad del cuerpo al descubierto con unas
gotas de agua en él que lo hacía irresistible, era muy sexy. Le sonreí y besé
su pecho mojado, lo abracé rodeándolo por completo haciendo que la toalla
cayera al suelo, abrí los ojos sin que lo notara. Lo deseaba. Mucho. No podía
negar lo que era evidente. La toalla ya estaba en el suelo, bastaba con mínimo
de movimiento para que su increíble miembro se pusiera en funcionamiento.
¡Dios! ¿Pero qué estas pensando ____? Su
madre está en casa, prácticamente toda su familia. – Cielo. – dijo llamándome,
dejé mis pensamientos aparcados y le miré. – Se me ha caído la toalla. – pero
seguía sin querer separarme. - _____ ¿Me
dejas que la coja?
-Ah, sí. – me separé y me di la vuelta, oí una risa por
su parte. Me abrazó por la espalda y apoyó su cabeza en mi hombro derecho. –
¿Te la has puesto ya?
-Lo he pensado mejor y… creo que haremos otras cosas y
para eso no necesito ropa.
-Ryan, no. Esta tu familia en casa, sería una falta de
respeto.
-¿Qué más da que estén? – susurró metiendo sus manos por
mi blusón subiéndolo para que estas acariciaran mi tripa.
-Sería una falta de respeto. – repetí.
-Pero cuando estamos en tu casa y está Paula, no dices
nada. Eso también sería y es una falta de respeto.
-Pero mi hermana es joven, ya sabes… no le importa.
-¿Crees que mi madre es como las de la Edad Media? –
solté una carcajada pero me callé en cuestión de segundos.
-No quería decir eso pero…
-La casa es enorme, no se darán cuenta de nada. – besaba
mi cuello subiendo su lengua por él, me dio la vuelta y cerré los ojos. –
Ábrelos. - negué con una sonrisa. – Por favor… - ¿Qué me había dado que cada
vez que decía “por favor” caía
rendida a sus pies? Hice lo que me pidió pero no miré otra cosa que no fuera su
cara. – Bésame. – Me puse de puntillas y él se inclinó un poco para poder subir
mis manos a su cuello y acercarme a su boca, nuestros labios se movían
lentamente, con dulzura. Abrí la boca y su lengua recorrió la mía, analizando
cada parte de esta, la ternura invadió por completo nuestro beso y apoyé mi
frente en la suya, necesitaba respirar. Le miré a los ojos y me di cuenta de
que Ryan era alguien importante en mi vida, le quería, me había enamorado,
había conseguido que olvidara a Niall, ahora solo él existía para mí. Me había
entregado a él y no me arrepentía, al contrario cada día estaba más segura de
que nunca lo olvidaría y que probablemente, sería el amor de mi vida. - ¿Qué
pasa?
-Pasa que te quiero, que cada día me tienes más loca de
amor. Eso pasa. – me besó con pasión acercándome a la cama, nos dejamos caer en
ella y sentí su peso y con este su erección. Bajó a mi cuello y volvió a subir
a mi boca continuamente, me acariciaba la tripa haciendo que sintiera miles de
sensaciones, cerré los ojos y acaricié su espalda. Pude sentir como se tensaba,
lo estaba deseando tanto como yo. El blusón estorbaba mucho, hice que se
sentara y me ayudó a quitarlo, ahora solo tenía que desaparecer el sujetador,
para que mi parte de arriba quedara completamente desnuda. Me sonrió y empezó a
dejar besos mojados en mi tripa subiendo hasta llegar a mi boca otra vez. Le
besé con desesperación, estábamos agitados y entonces recordé que su madre
podría subir. – Ryan…
-Calla y bésame…
-Tu madre… podría entrar. – me costaba hablar, pero él no
me hizo caso y siguió besando mi cuello haciendo que me olvidara de todo. Si no
se preocupaba, era por algo así que me dejé llevar y empecé a disfrutar de lo
que me iba hacer. Cambié de posición y quedé encima de él, le miré a los ojos y
sonreí. – Te quiero, Ryan, mucho.
-Yo también, amor. – dicho esto pasó a mi sujetador y
cuando lo iba a desabrochar, golpearon la puerta, me sobresalté al igual que
él. – ¡Un momento, por favor! – gritó para que le escucharan.
-Ryan te dije que esto pasaría. – dije bajándome y
poniéndome el blusón mientras él se colocaba la toalla, arregle mi pelo antes
de abriera. Me senté en la cama con él móvil en la mano e intenté disimular
cuando la abrió.
-¿Qué pasa mami? – le dijo con dulzura.
-¡Por dios! Vístete hijo, tienes delante a tu novia y no
es plan de que estés así.
-Mamá… es mi novia. Además acabo de salir de ducharme. –
miré a Hannah disimuladamente y se reía por las respuestas de su hijo.
Seguramente intuía que acababa de interrumpir un momento algo… caliente - ¿Qué
querías?
-Saber si os quedareis a cenar. ¿_____? - me llamó. - ¿Te
quedarás a cenar?
-Sí, se quedará. – respondió Ryan por mí. Ella me miró y
le sonreí.
-Pues bajad que ya están por servir.
-Ahora mismo bajamos, Hannah. Gracias. – Asintió con una
sonrisa y cerró la puerta tras ella. Me reí mientras caminaba donde estaba mi
tonto novio, mira que se lo había dicho, el calentón, ya no me lo podría
quitar. – Espero que me recompenses ¿eh? Ahora vístete y bajemos.
-Lo siento. – le di un corto beso y esperé a que se
vistiera mientras se dedicaba hacer tonterías y muriera de la risa.Chicaaaas!!! STORY OF MY LIFE!!! JHFKDINHNJ,BMGM ES P0ERFECTA PERFECTISIMA!!! MUERO! Y ENCIMA CON EL VIDEO DE MOVE MIS CHICAS... AY DIOS! MUERTE ASEGURADA.
Bueno os dejo otro capi :)