miércoles, 24 de julio de 2013

Capítulo 95


              (Narra Harry)
Llevábamos media hora en la sala de espera y aún no nos decían nada. Las chicas tuvieron que regresar a casa porque al día siguiente tenían clases y estaban casi empezando los exámenes. No podían permitirse faltar tanto como lo estaban haciendo. Louis y Niall se habían ido a la cafetería a traerme un café. ¿Un café? Yo era más de Té pero bueno… ahora me daba igual todo. No sabía lo que le pasaba a mi Nere y lo único que tenía claro era que todo era culpa de Michelle, More y Caroline. Todo por la maldita pelea que habían tenido. Me levanté de mi asiento y caminé hasta donde estaba una enfermera.

-Hola. – le toqué el hombro para llamar su atención, ella se giró asustada pero en segundos sonrió. Era bastante guapa, no lo iba a negar. - ¿Sabes algo de Nerea Ruiz? – parecía que le costaba entenderme.
-Aún no se sabe nada. – hablaba con lentitud y casi no entendía lo que decía, necesitaba unas clases de Inglés urgentemente. Pobre chica… si no estuviera enamorado de Nerea como lo estoy, ella podría haber sido una candidata a pasar la noche conmigo. Sacudí la cabeza para dejar de pensar tonterías. Eres imbécil Styles ¿Cómo piensas esas cosas? – Pronto el doctor que la está atendiendo saldrá a hablar contigo.

-Gracias. – le contesté en español. La chica se quedó sin respiración. - ¿Estás bien?
-¡Oh! ¿Hablas español?

-Bueno, lo intento. – le contesté en español. – Gracias otra vez.
-De... de nada. – le sonreí y volví a sentarme. Los chicos estaban tardando mucho. Miré mi móvil para distraerme un poco y recibí un mensaje. Era de Zayn. Tardé unos segundos en abrirlo. Estaba enfadado con él también por irse con su novia después de haberle hablado a Nerea como le habló. Pero era Zayn y a pesar de todo, sabía que podía contar con él.

“Las chicas me han contado lo que le ha pasado a Nere ¿está bien? ¿Sabéis algo? Seguramente estarás enfadado pero quiero que sepas que si he hecho algo que te sentara mal a ti o a Nerea, deciros que lo siento. No mal interpretes mis palabras. Cuando sepas algo avísanos, por favor.
Siento tanto que esto esté pasando justamente con la llegada del pequeño Jack. Lo siento otra vez. Te quiero rizos. Xx”

Como me conocía… pero tenía razón. El problema era de ellas y no nuestro.

“Yo también lo siento, Zayn. Sabes que a veces me paso de cabezota y no analizo las cosas. Aún no nos han dicho nada. Estoy tan preocupado, Z… no sé que le pasó. De pronto la vi con sangre y desmayada y… Como me gustaría que todo esto no estuviera pasando. En cuanto sepa algo os aviso. Xx”
Levanté la mirada y vi al señor que se había llevado a Nerea en la camilla caminando hacia mí. Guardé el móvil y esperé a que llegara.

-¿Cómo está? – pregunté con desesperación. - ¿Qué tiene? ¿Está bien?
-Mira, Harry. – respiró unos segundos. – Esto es muy difícil. He intentado hacer todo lo posible. – mis ojos se abrieron pensando lo peor.

-Doctor, ¿Cómo está Nerea? – la voz de Niall, me obligó a salir de mi pequeño trance.
-¿Está bien?

-Louis. ¡Cállate y deja que hable!
-Como te he dicho antes, esto es difícil de decir. Intenta estar tranquilo ¿vale? – ¿Eres idiota? ¡¿Cómo voy a estar tranquilo tratándose de la mujer que amo?! – He intentado hacer todo lo posible para salvarle la vida pero…

-¿Qué?! – gritamos los tres. Mis ojos no veían nada, las lágrimas los cubrían completamente. Louis se acercó y me abrazó.
-Dejadme terminar. – Continuó el doctor. – Aún está en riesgo. Nerea ha tenido mucha presión y el bebé está en peligro.

- Ah, bueno... pero está bien… menos mal porque yo pensé que… ¿Cómo? – dije cuando analicé sus últimas palabras ¿bebé? ¿Cómo? Miré a Louis y a Niall que tenían los ojos abiertos mientras me miraban pidiendo una explicación. - ¿Qué ha dicho?
-¿No lo sabías? – negué sin expresión alguna, me limpié las lágrimas que se habían quedado en mi cara. – Chicos, Nerea está embarazada. Tiene tres meses aproximadamente. No sé qué ha pasado pero tiene un desprendimiento de placenta y el bebé está en peligro. No puede alterarse si queréis que el bebé llegue a nacer.

-Pero... Por supuesto que quiero que mi hijo nazca. ¿Qué tenemos que hacer?
-Harry, ella tiene un embarazo peligroso. Con riesgo. Tenéis que seguir al pie de la letra lo que os diga ¿eh? – asentí con una sonrisa. – Nada de presiones, nada de caminar. Sobresaltarse, agitarse. Reposo absoluto. Tendrías que pedir cita con un ginecólogo para que vaya controlando el embarazo si es que consigo que hoy se quedé dentro de su madre.

-Por favor. Haga lo que sea. El dinero no es problema… pero por favor, salve a mi hijo. ¿Nerea como está? ¿Puedo verla? ¿Lo sabe? ¿Sabe que está embarazada?
-Tranquilízate. Te vas a ahogar. – me dijo Louis. Había hablado tan rápido que me faltaba el aire para respirar.

-Es mi hijo, Louis. – dije abrazándolo. – Niall es mi hijo. – lo atraje a hacia nosotros y los abracé a los dos.
-Harry… tenemos que esperar. No te aseguro nada. – llamó mi atención el doctor otra vez. – Antes te he dicho que es peligroso. Las cosas no están bien. Y para serte sincero no creo que el bebé…

-Cállese. Intente hacer lo que sea por favor… - le supliqué. – Por favor…
-No te aseguro nada. Iré a ver a Nerea y en cuento la informe de todo, te aviso para que pases. – asentí antes de que despareciera por aquel largo pasillo.

-¡Tíos! – grité. – Voy a ser padre… - susurré.
-Rizos… no te ilusiones mucho. Ya escuchaste al doctor. Tenemos que esperar. – asentí mientras me sentaba y le enviaba un mensaje a Zayn para que supiera lo que pasaba. En seguida me contesto con un “En media hora estoy allí” pero le dije que no. Que prefería que se quedara con las chicas y las informara.

-Harry. Puedes pasar. – dijo el doctor cuando llegamos a la habitación. Me deprimían tanto los hospitales. Todo era tan… deprimente… suspiré antes de pasar. Entonces la vi, en la cama sonriendo con debilidad, mirándome fijamente a los ojos. Caminé con lentitud hasta su cama. Le acaricié la cara y le di un beso en la frente.
-Gracias. – susurré cerca de su oído.

-¿Por qué?
-Por el hijo que me vas a dar.

-Harry…
-Sí. Ya sé lo que me dijo. Que no es seguro y todas esas cosas pero no puedo evitar estar emocionado.

-Yo lo siento tanto por los dos. – dijo el doctor. – Pero no creo que el niño nazca.
-¡Deje de decir eso! – le grité ya harto de su negatividad. – Déjeme solo con mi novia. – sin decir nada, salió de la habitación.

-No sabía que estaba embaraza. La regla me vino hace dos meses pero como es irregular, no pensé que este mes…
-Tienes tres meses.

-Lo sé. Por eso no me lo explico. Lo siento. – dijo acariciando mi cara. – Sabes que te amo pero no… no creo que estemos preparados para esto.
-¿Qué dices, cariño? Claro que lo estamos. Joder que nuestro hijo. Nuestro, de los dos.

-Ya… pero el doctor me ha dicho que no cree que… - suspiré frustrado. – Harry. Tenemos toda la vida.
-Pero…

-Si el bebé consigue pasar estas horas, tendré riesgo durante todo el embarazo y al dar a luz no solo la vida de él estará en peligro sino que también la mía. – la miré sorprendido.
-¿Prefieres que se muera nuestro hijo?

-¡No! Claro que no. Será lo que dios quiera ¿vale? – asentí abrazándola. – Ahora acuéstate a mi lado y vamos a esperar.


              (Narra Mitchie)
-Me haces tan feliz, Liam. Gracias por todo. No te importó nada y viniste conmigo.

-Te amo y lo haría todas las veces que fueran necesario. – estábamos en la playa caminando cogidos de la mano, sonriendo mientras nos mirábamos y respirábamos la brisa del mar. -¿Crees que estés preparada para volver? – paré en seco para responderle pero la verdad era que no lo estaba. No lo estaría nunca. No me gustaban las peleas y mucho menos si eran con mis amigas. – Ya han pasado cuatro días, cielo. Es tiempo de volver.
-Es que… Liam conozco a Nerea. Ella es muy cabezota y se pondrá a discutir otra vez o simplemente me ignorará y no quiero eso. Yo solo lo hice para ayudarlos.

-Lo sé… - acarició mi cara depositando un beso en mi cabeza. Entrelazó nuestros dedos y continuamos caminando. – No te atormentes más. Nerea en algún momento entrará en razón y cuando ese momento llegué, tú estarás preparada para enfrentarla. – nos sentamos en una mesa a esperar a Bryan, que se encontraba en Acapulco por cuestiones de trabajo. Coincidimos en el avión y  fue una verdadera sorpresa. No me esperaba para nada un encuentro con él. En los cuatro días que llevábamos aquí, Liam y él se habían hecho muy amigos y yo… bueno yo intentaba relajarme, dejar de pensar en lo que pasó y disfrutar. – Es muy loco todo esto ¿no?
-¿Por qué lo dices?

-No sé. Hemos utilizado tu regalo de cumpleaños dos meses antes de lo planeado y…
-Y lo hemos disfrutado mucho. – dije acercándome a sus labios. Cogí su mano y le di un beso en la palma. – No sé que hubiera hecho sin ti. Desde que has llegado a mi vida todo en ella ha cambiado. – acarició mi cara pasando su pulgar por mis labios. – Y es que pronto haréis un año aquí.

-No pienses en eso. Yo te esperaré, Michelle. Esperaré a que termines tus estudios y te vendrás a Londres conmigo. – claro que me encantaría ir con él pero mi familia… no podría dejarlos.
-Liam…

-No digas nada. Queda mucho para eso. – rozó nuestros labios jugando un poco haciendo que me riera. – no te rías que así no puedo besarte. – posó sus labios suavemente encima de los míos moviéndose con lentitud, dándome un beso tierno y comprensivo. Un beso sincero.
-Lo siento… por interrumpir. – escuchamos una voz detrás nuestra. Nos separamos riéndonos y vimos como Bryan se sentaba. – Veo que habéis comenzado bien el día.

-Llegas tarde. – dije cambiando de tema. Estuvimos un rato hablando de tonterías. Los días se nos habían pasado muy rápido y si lo pensaba bien, Liam tenía razón. Era tiempo de volver. Tenía que enfrentarme a Nerea y pasar página. Las peleas nunca iban a faltar, al contrario, eso nos haría más fuertes. Pero aún sabiendo y auto convenciéndome de eso, no podía estar nerviosa por como reaccionaría ella al verme. – ¿Cuánto tiempo piensas quedarte?
-Pasado mañana me vuelvo. Hoy acabo los castings aquí y mañana lo comunicaré para que los elegidos viajen conmigo el miércoles.

-¿Esta vez para qué es? – preguntó Liam mientras pagaba.
-Para la misma serie de televisión en la que saldrá tu novia y sus amigas. – abrí los ojos analizando lo que acababa de decir. ¿Teníamos el papel entonces? Mucha información que asumir. - ¿Recuerdas que os dije que me pasaría en esta semana? – asentí confundida. – Pues lo iba hacer este viernes para daros la noticia.

-¿Me lo dices en serio?
-Claro que sí, tonta. No mentiría con algo así y mucho menos a un famoso tan importante como es tu novio.

-Bueno… tampoco exageremos. Soy Liam y ya. Estamos en la misma igualdad de condiciones.
-Seguro… - susurré. – Solo que tienes a medio mundo muriendo por tu voz y lo que no es tu voz…

-Anda, no seas exagerada. – dijo cogiéndome la mano una vez que nos habíamos levantado de las sillas. Bryan iba a lado de Liam. – No quiero parecer pesado, cariño pero…
-Volveremos el miércoles con Bryan. Sé que tenéis que grabar.

-Yo estaría encantado de quedarme más tiempo pero no quiero que retrasemos el trabajo por mi culpa. – me dio un beso en la mejilla. – Lo siento.
-Me siento marginado. – dijo Bryan riéndose. Algo que Liam y yo también hicimos. – Y no es por cortaros el rollo y haceros esperar pero no me volveréis a ver hasta por la noche.

-Tampoco te pases de sobrado.
-Sabes que tengo razón, Mitchie. Nos vamos de fiesta esta noche ¿no? – dijo antes de irse.

-¡A las diez aquí! – grité para que me escuchara. Subió su pulgar en señal de afirmación y siguió caminando.

Liam me abrazó por la cintura una vez que estábamos en nuestra habitación. Las fans mexicanas, ya se habían enterado de que él estaba en México y en nuestro hotel habían bastantes fans hospedadas solo para poder verle. No queríamos hacerlas sentir mal, tampoco quería que me siguieran odiando y preferíamos reservar un poco nuestra actitud cariñosa para cuando estuviéramos en privado. Me besó con dulzura dejándonos caer en el sofá que teníamos en la habitación. Con una de sus manos acarició mis brazos e intentó bajar a mis piernas pero mi vestido largo se lo impedía. Moviéndome lo subí un poco dejando que él lo subiera hasta poder acariciar mis muslos aunque subió mucho. Su mano tocó mi braga y di un grito ahogado en su boca.
-No te rías.

-Me encantan tus reacciones. – susurró apoderándose de mi cuello. – Eres tan sexy, Michelle… me encantas.
-Tú también, Liam. – dije abriendo su camisa. Pasé mis manos por su perfecta tableta, disfrutando su perfecto cuerpo. Bajé una a su culo. Siempre lo había querido hacer. – Baby…

-¿Baby? – dijo mirándome fijamente a los ojos con una sonrisa burlona. - ¿A qué viene eso?
-A que me encanta tu cuerpo y tu culo… dios, sin palabras me he quedado. –  Y era cierto. Que culo tenía…Se levantó y me dio la mano para que levantara, sin quitarme la vista de encima dejo caer su camisa al suelo, bajo sus manos desabrochándose la bermuda y dejándola caer junto con su bóxer. Abrí los ojos sorprendida. Cada día me sorprendía más. No quería imaginar que otra chica lo tocara. Mucho tenía con el recuerdo de Danielle y su antigua ex novia. – ¿Es mi turno? – asintió guiñándome un ojo. Bajé lentamente las tiras de mi vestido y lo dejé caer. Acaricié mi cuerpo pasando por mis pechos, mi dedo índice recorrió mi tripa con lentitud y una vez toco mi braga, la quité moviendo mis caderas, provocándolo. Me mordí el labio inferior y le guiñé un ojo. En cuestión de segundos estaba besándome con desesperación mientras sus manos exploraban mi cuerpo.

-¿Qué te vas a poner? – preguntó mientras rodeaba mi cintura con sus brazos y apoyaba su mentón en mi hombro izquierdo. Después de hacer el amor, nos dimos cuenta de que era muy tarde y decidimos darnos una ducha juntos aunque él, se quedó unos minutos más. Tenía en mano dos vestidos. Pero no me decidía por uno. – A mí me gusta el blanco. – palabra de honor ajustado en la parte del pecho pero luego se soltaba, bastante veraniego. Me encantaba el calor que hacia porque en Madrid estaría haciendo un frío congelador. Además había cogido un bronceado bastante bonito y Liam, se había pasado mucho más que yo. Girándome para mirarlo, dejé el azul en su sitio y lancé el blanco a la cama para ponérmelo después. - Me has hecho caso ¡que ilusión! – gritó cogiéndome la cara y dando un fugaz beso.
-Deberías elegir algo, tenemos solo media hora, cariño.

-Que aguafiestas estas echa, joder… - le miré mal. –Vale, vale. En diez minutos estoy listo. Cariño. – remarcó esta última. Me reí. Caminó hacia el armario y se concentró en elegir algo. Era perfecto. El mejor hombre que pudiera existir.


Últimos capítulos!! :) Comentadme por favor y Gracias a las que me comentáis por twitter y DM
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario