martes, 7 de mayo de 2013

Capítulo 89


              (Narra More)
Sabía que algo raro se estaban guardando esos dos y lo había descubierto, estaban juntos. Lo de por la noche había sido alucinante, que se estarían haciendo para que Nerea gritara tanto y Harold que tampoco se quedó atrás.
Eran las siete de la mañana y en media hora teníamos que salir. Nerea seguía en su habitación pero me daba cosilla ir porque Harry estaría durmiendo y a saber como estaban. Cogí mi bandolera y la carpeta con mis apuntes para salir de la habitación.

-Amore, espera. – escuché antes de salir, su voz estaba adormilada. Asomé mi cabeza y él estaba allí mirándome con una sonrisa. Dio unos golpecitos en la cama para que me sentara a su lado, me acerqué cerrando la puerta detrás de mí.
-¿Qué pasa? Tengo que irme mi amor, aun no he desayunado y llegaré tarde sino. – me abrazó dándome un beso en el cuello. – Venga dime qué pasa.

-Quiero que te quedes conmigo.
-Zayn…

-Por favor… – dijo como un niño pequeño. – No te cuesta nada. – se acercó a mis labios.
-Ya he perdido muchas clases, no me enteraré de nada y suspenderé. Tengo que aprobarlas todas y empezar bien segundo. – me dio un corto beso resignándose.

-Vale. Ya nos vemos después. – ¿Se había enfadado? Joder con este chico malo… y parecía que nunca habría una mini pelea entre nosotros dos.
-No te enfades, anda. – dije acercándome para besarlo pero me apartó la cara. – Cuando se te pase, ya no querré besarte. – me levanté.

-Pues Oc. – se acostó dándome la espalda. ¿Vale? Era imbécil. Salí dando un portazo. Era un inmaduro, idiota.
Golpeé en la habitación de Nerea a ver si me abría. Tardó unos minutos pero salió envuelta en una sabana, me reí.

-¿Qué pasa? – dijo con aspecto bastante… como decirlo, horroroso.
-Sé lo que pasó. – metí mi cabeza y el rizos estaba despatarrado sobre la cama. – ¡Dios mío! – me tapé la boca sonriendo haciendo que mi carpeta cayera al suelo.

-Cariño…
-Ahora voy. – dijo Nere sonriendo. – Bueno… ya lo sabes.

-¿Por qué no me lo contaste? ¿No confías en mí?
-No, no, no, no. Pero es una larga historia, te lo cuento esta tarde ¿vale?

-Sí porque llego tarde. – le di un abrazo. – ¿Hoy no vas? – negó con una sonrisa en la cara.
-He llamado a mi madre, ya lo sabe. Pero dile a los profes que estoy mala. – asentí para bajar las escaleras y encontrarme a Pame desayunando. Me tomé un zumo de naranja y salimos, nos encontramos con las chicas y cogimos el autobús. Empezamos hablar de todo un poco, de la alegría que teníamos porque los chicos estuvieran de vuelta. Subimos a clase y allí estabas nuestros amigos mirándonos. Que incomodidad, por favor.

-Menudas vacaciones ¿no morena? - ¿Hola? ¿Desde cuándo Paola me llamaba morena?
-Fantásticas. – dije cogiendo mi libro de Historia que era lo que teníamos a primera hora. – ¡Huele a envidia! – alcé un poco la voz, saliendo a la clase de al lado ya que nos separábamos letras y ciencias. Las chicas venían detrás riendo.

-¡No me puedo creer que le hayas dicho eso! – dijo Mitchie sentándose a mi lado.
-¿Eres consciente de que te va a estar molestando todos los días? – a su lado se sentó Pame.

-Pamela sabes perfectamente que me importa muy poco loq ue hagan. – estaba de mala leche por lo de Zayn.
-Bueno, tranquila. – Dejaron el tema y antes de que entrara la profesora de Historia, llegó corriendo Jessy con Begoña y Erik, su novio, que se sentaron a mi lado izquierdo, eramos compañeros aunque tampoco soliamos hablar mucho. 

-¿Qué tal More? – me preguntó Bego. Erik se echó un poco más adelante para mirarme y sonreír, que se estaría imaginando ese. – Te he visto en una de las tendencias mundiales de twitter. No sabía que salías con uno de esos chicos.

-Ya ves, las cosas cambian. - contesté.

-Aun recuerdo tus carpetas completamente llenas de fotos de los tios esos. - Bego le dio un golpe bastante fuerte detrás de la cabeza. - ¡Auch! Pero sabes que me caen bien, a que lo sabes, More ¿More? - Le miré y asentí.

-Tendremos que quedar algún día los cuatro. - dijo ella sonriendome.

-¿Una cita doble? - asintieron con una sonrisa, la que devolví también. – dejamos de hablar porque Marta, la profesora empezó a explicar la Guerra Fría y sus consecuencias, un coñazo total.

Las horas pasaron rápido y cuando nos dimos cuenta solo nos quedaban veinte minutos de clase.
-Solo unos minutos más soportando esta tortura. – dijo Jessy señalando la pizarra, estábamos en Matemáticas, ni más ni menos que con las derivadas, muy aburridas y difícil, para mi gusto.

-Tampoco te pases, seguro que se pasa en nada.
-¿Vale? Ya me estas contando que ha pasado con Zayn. Normalmente tendrías que estar diciéndome: “Sí, Jes, a ver si la tonta esta deja de hablar. No la soporto” – me imitó, reí.

-Se ha enfadado. – dije copiando números, “x” e “y”, no me estaba enterando de nada. Lo veía venir, suspendería.
-Wow, wow, wow, ¿Zayn Malik y tú enfadados? Eso sí que es noticia pasada.

-No te burles. – dije pintándole la mano.
-Lo siento. – se rió. – Concreta, please.

-Te lo cuento ahora con las otras en el autobús así no lo repito. – asintió recogiendo las cosas porque el timbre había sonado.

-Ya estamos todas. Desembucha. – que cotilla era… Les conté lo que había pasado con Zayn, es que era una tontería, no entendía el porqué de que se pusiera así.
-Pues que tonto. – dijo Pame bajando del autobús, cosa que nosotras también hicimos, comenzamos a caminar para nuestra casa.

-Yo lo entiendo. Es que te necesita, More.
-Michelle ¿tú estas de mi lado o del suyo?

-Estoy en medio, os entiendo a los dos. – era un consejo, tampoco me afectaría mucho. – No discutáis, no seáis críos. - Aceleré el paso junto a Jessy y Pame quedándose ella detrás. - ¡Oye! – me reí.
-¡Lo sentimos! – gritó Jessy. - ¡Pamela muere por ver a Sandy! ¡Luego nos vemos, a las  cinco en esta puerta! – señaló la de nuestra casa. - ¡Acuérdate, Eduardo!

-¡Pero si tu vives en esta! – señaló la casa de los chicos.
-¡Ya pero tengo que terminar con Pame un trabajo! – terminó de decir antes de entrar a casa. - ¿Styles?

-He venido a ver a Zayn. – mintió, las otras dos se lo creyeron pero yo no.  Ellas se subieron, supongo que a la habitación de Pame, donde estaría Sandy, menudo lío...
-A mi no me engañas, lo sé todo. – dije pasando por su lado sonriendo. – Felicidades, ya me lo podrías haber contado…

-Es que pensamos que es arriesgado. – me paré en seco antes de entrar a la cocina. – Tiene que ver con Caroline.
-Joder… que pesadilla de mujer. – dije ahora entrando en ella. – No sé qué os pasa pero sabéis perfectamente que en Zayn y en mí podéis confiar. – levantó una ceja sonriendo. – Vamos a ver, en los demás también pero si queréis desahogaros, pues aquí estamos. – me abrazó sonriendo para susurrarme un “Gracias”. Salimos y en el salón estaba Zayn, pasé de él y Harry subió conmigo. – Tienes que tener cuidado de que estas no te vean ¿eh? – asintió entrando en la habitación de Nere y yo a la mía.

Dejé la bandolera y la carpeta en el escritorio metiéndome en el baño. Se me había resecado la piel por el frío. – Puto frío… - dije echándome crema.
-¿More? – era mi estúpido novio. Salí y me senté en la cama sentándome como un indio simulando que estaba haciendo yoga para relajarme. – No me ignores, anda. – levanté una ceja, mirándole. – Lo siento. – bajó mis manos y las entrelazó con las de él. No aguantaría “Tonta, no aguantas ni hacerte la enfada” pensé. – Venga, amor, no me ignores. Sé que fui un tonto pero es que  me levanté de mal humor.

-Qué raro… ¿Desde cuándo Zayn Malik Army se levanta de buen humor? – dije con sarcasmo.
-Desde que te conocí a ti. – se sentó en el suelo y me indico que me sentara entre sus piernas apoyando mi espalda en su pecho, colocó sus manos en mi tripa entrelazándolas otra vez. – Tú eres la única que ha conseguido eso. – susurró en mi oído. – Te quiero. – dijo besando mi mejilla.

-¿Por qué tienes que ser así de idiota? – se encogió de hombros haciendo que me moviera con él. – Lo de esta mañana no era para que te pusieras así. – Me giré un poco para verle, amaba esos ojos color miel y aquellas pestañas tan largas. – Entiende que yo no soy famosa, tengo responsabilidades y entre ellas,  una es ir al colegio, sacarme bachillerato y luego ir a la universidad.
-No hace falta que estudies, yo te puedo dar todo.

-Zayn, no quiero tu dinero. Quiero ganarme las cosas por mí misma. – acaricié su cara sentándome en frente de él. – Un día te cansaras, me dejarás y ya no me darás dinero, no tendré estudios y seré una tonta por no haberlo aprovechado en su momento.
-Eso no pasará.

-Es solo cuestión de tiempo y lo sabes. – se inclinó para besarme pero seguí hablando haciendo que él se detuviera. – Algún día volverás a Londres, allí vives, tienes familia y es tu lugar.
-Y tú vendrás conmigo. – negué sonriendo. – Sí, claro que vendrás ¡He dicho! - solté una carcajada contagiándolo. -  Lo que no entiendo es esa manera de perder el tiempo estudiando hasta los 18, allí con los 16 ya decidimos si queremos entrar a la universidad o no.

-Lo sé, es que en España es distinto, está mal organizado. – rió y esta vez ni hizo el intento de besarme porque cuando me quise dar cuenta ya lo estaba haciendo. Me acercó más abrazándome por la cintura mientras yo colocaba mis brazos alrededor de su cuello, metiendo su cabello entre mis dedos.

-¿Ves como contigo soy diferente? – dijo separándome dejándome con ganas de más. Le miré sin entender nada pero sin separarme del todo. – Eres a la única que le permito tocar mi pelo.
-Faltaba más, que siendo tu novia, no pudiera hacerlo... – sonrió.

-Con Rebecca, lo hacía, no podía tocarlo.
-Bueno...  es que ella es ella y yo soy yo. A mí me amas y ella solo era un rollo. – dije acortando la distancia, hizo el intento de separarse pero mordí un poco su labio inferior y no lo hizo, en su lugar abrió la boca dejando pasar mi lengua y viceversa. Para terminar con un beso tierno, romántico y lleno de amor.


                (Narra Pame)

-Llegamos tarde. – dije caminando acelerando el paso mientras me quitaba los guantes.
-Tranquila, tía, ya estamos aquí. – me dijo Nere sonriendo. Entramos en aquel edificio, quedaba cerca de Sol. Michelle le dijo a la recepcionista que teníamos una cita con Eduardo y nos pasó a una sala de conferencias o por lo menos eso parecía.

-¿Qué nos pedirá hacer? – dijo Mitchie dando vueltas por la sala. – Se escuchan pasos. Me estoy empezando a poner nerviosa. – se sentó a nuestro lado, intentando tranquilizarse. Nere y yo soltamos una carcajada que mucho no le gustó por la mirada que nos echó. En ese momento entró Eduardo con unos señores a su lado, dos para ser exactos, no les ponía más de 45 años pero se notaba que eran cuarentones bastantes buenorros.

-Buenas tardes chicas. – se acercó y nos saludo con dos besos a cada una. Los otros solo sonreían  y se conformaron con un “Hola” – Siento haberos hecho esperar, teníamos reunión. – se sentaron y la puerta se volvió abrir. Esta vez apareció un chico de unos 25 años, con ojos verdes grisáceos, las pestañas rizadas y largas y un cuerpo espectacular, muy trabajado. Nos sonrió mostrando unos hoyuelos a cada lado de cara, unos dientes perfectos y blancos que deslumbraban a cualquiera. Mire a las chicas que estaban igual que yo, creando una piscina de babas.
-Hola, soy Bryan. – sonreímos como unas tontas y fui la única imbécil que soltó una risita, más estúpida, imposible. Finalmente se sentó.

-Me alegro que hayáis venido, pensé que no lo haríais. – dijo Eduardo sacando unos formularios y entregándonoslos, lo de siempre, datos personales y demás. – Después de rellenarlos, poneros delante de aquella cámara. – la señaló, no nos habíamos enterado de que en la sala había dos cámaras al fondo de esta. – Ellos os evaluaran y Bryan os grabará. – asentimos rellenando los formularios. Pasamos donde nos había dicho.
-Necesito que me leáis, lo que salga en el proyector y hacerlo como lo haríais normalmente. – encendió las grandes cámaras de televisión. No sabía si estaba nerviosa por la cámara o porque él nos estaba grabando, era él…

-Pame, no va a salir bien. – dijo Michelle en bajito. Nere estaba en medio y sonreía.
-No seáis pesimistas. Disfrutadlo y ya.

-En tres, dos, uno… grabamos. – dijo Bryan sonriendo. ¿Por qué no paraba de hacer eso? Leímos lo que decía, parecía una conversación de una de mis series favoritas “Física o Química” No fue tan difícil, lo disfruté porque me conocía los capítulos de sobra.
-Muy bien. – dijo Eduardo poniéndose de pie junto con los otros dos señores y salieron por la puerta. Bryan se acercó a nosotras.
-¡Joder! ¿Alguna se sabía el texto o algo?

-¡Física o Química! – grité.
-Lo habéis hecho muy bien. Esto estaba en directo ¿eh? – abrimos la boca a más no poder. ¿Qué había dicho?

-¿Qué estaba en directo? – dijo Nerea preocupada.
-¿Sí no os dijo nada Eduardo? – negamos con vergüenza. – Ya decía yo que estabais muy tranquilas…

-¿Qué es exactamente? – preguntó Mitchie.
-Estamos haciendo un casting para futuras actrices que no sabían que llevaban esta vocación dentro. Lo pasamos todas las tardes en directo y la gente de casa está votando por vosotras ahora mismo. – sacó su tablet y nos enseñó todos los votos que teníamos. – Vais ganando por goleada. Y no me parece raro, lo habéis echo genial. – Estábamos en shock, toda había pasado muy deprisa.

 
-Os llamaremos la semana que viene para daros el guión de la serie. – dijo Eduardo con Bryan despidiéndose de nosotras. Se habían ofrecido traernos a casa.

-Así que aquí vivís. – Bryan se bajaba del coche. – Uno de estos días os haré una visita. – nos dio dos besos a cada una y volvió al coche, vimos como se alejaba y nos metimos en la casa, Mitchie también se vino con nosotras.
-¡Os hemos visto en la tele! – gritó More nada más vernos entrar. Vino corriendo y nos abrazó. - Hemos votado por vosotras ¿eh? No sabía que teníais este don.

-No las acoses nada más entrar. – dijo Zayn llamándola.
-Cielo mío, por fin llegas. – me dijo Sandy bajando por las escaleras acercándose para besarme. – Estabas preciosa. – me susurró, reí, era un amor. - ¿Sigues queriendo salir a cenar? – asentí.

-Pero sin volver muy tarde que mañana tengo clase. - En media hora ya me había arreglado y estábamos por llegar a un restaurante, no muy lejos de casa, pertenecía a la urbanización. Nos dieron una mesa al final del todo. Sandy no era muy famoso pero bastantes chicas suspiraban por él y lo recocían. Después de que unas cuantas chicas le pidieran fotos y autógrafos, por fin pudimos cenar.

-Me alegro mucho de volver a estar contigo, me has hecho falta. – dijo colocando su mano encima de la mía. – ¿Me has extrañado? - esa era la pregunta ¿le había echado de menos? “A ver, Pamela céntrate”, pensé. Mucha falta no me había hecho pero algo sí, en realidad es que no sabía qué era lo que tenía con Sandy, todo había pasado muy rápido, me había acostumbrado a ver a Niall con Jessy aún sabiendo que me gustaba y desde entonces estaba con Sandy. Desde un principio había quedado claro que fue un rollo pero luego nos cogimos cariño. ¿Qué era lo que sentía por él? – Tierra llamando a Pamela… - sonrió y le medio sonreí, Bryan, me había dejado fatal.
-Sí. – dije finalmente. Él sonrió. – Sandy ¿Estás enamorado de mi?

-¿Quieres la verdad? – asentí. – Me he acostumbrado a ti, te quiero pero enamorado creo que no.
-¿Y porque sales conmigo?

-Pame, al principio de esto dejamos las cosas claras, éramos amigos con derechos, tú te desahogabas conmigo porque querías a Niall y bueno yo… pues yo acepté.
-Sí tienes razón, pero entonces no entiendo porque la canción porque tantas muestras de amor. – si éramos un simple rollo ¿para qué seguir? me había gustado Bryan ¿Por qué no intentarlo con él? Niall no sería para mí nunca, él estaba hasta las trancas por Jessy.

-No se cielo, te quiero. – dijo sonriendo.
-Creo que lo mejor será que volvamos a ser amigos, sin ningún tipo de derechos. He conocido a alguien y quiero enamorarme de verdad, no tener un simple rollo con un poco más sin llegar a ser novios que sienten amor de verdad ¿me entiendes?

-Sí es lo que quieres. – asentí, era lo que quería. – Solo quiero darte las gracias por estos meses, han sido muy bonitos y además es que he estado con una española ¡A bailar sevillanas!  - gritó sonriendo.
-Madre mía, no cambiaras lo tonto nunca ¿verdad? – negó riendo algo que yo también hice. – Mañana me pasaré a mi habitación ¿vale? – Bebimos unas cuantas copas de vino y ya íbamos contentillos caminado a casa. Antes de entrar se paró y me miró a los ojos, se acercó a besarme y no era tan malo que lo hiciera una última vez. Abrí la boca y me metió la lengua, en el fondo sí que le había echado de menos para que negarlo. Nuestras lenguas se rozaban y él me acercaba más a su cuerpo, malditos abrigos que no me dejaban estar en contacto con su cuerpo. Nos separamos agitados por la falta de respiración.

-Quieres… ¿Quieres hacerlo una última vez? – volví a besarlo para separarme y dejarlo con ganas de más al abrir la puerta, subimos corriendo las escaleras de vez en cuando parándonos para darnos pequeños besos. ¿Qué hora seria?  No había nadie en la sala. Entramos en la habitación y caímos en la cama, Sandy acariciaba mi espalada con delicadeza, bajó sus manos a mis muslos y me acercó a él, rodeé su cintura con mis piernas para que no quede ningún mínimo espacio entre nuestros cuerpos. Rió y volví a besarlo ahora con más pasión, nuestras lenguas se llevaban a la perfección, éramos un rollo diferente, con cada roce nuestra temperatura subía. Empezó a bajar por mi cuello llegando a mis pechos sin detenerse mucho, unos cuantos tocamientos en ellos y se dirigió a mi camisa, sin pensarlo, me la rompió, los botones salieron disparados a puntos diferentes de la habitación. – Lo siento, no me he podido resistir, siempre lo había querido hacer. - dijo como pudo, estaba muy excitado y yo no me quedaba atrás. Seguí con su camiseta sin despegar nuestros labios hasta que llegué a sus pantalones.
-Espera. – dije de pronto. - No me apetece hacerlo aquí, es una despedida, algo diferente. – sonreí pícara, miré el baño.

-¿A qué esperas? – se deshizo de sus pantalones y llegó corriendo al baño, reí. – Estoy desesperado. – Y vaya si lo estaba, su bulto lo decía todo.
-Quítatelo. – se quitó los bóxers y no me acordaba de que lo tuviera tan… grande. No quería esperar mucho más, mientras se ponía el preservativo me quité la parte que estorbaba ahora, mis pantalones y bragas. – Ayúdame. – dije intentando rodear su cintura otra vez, me impulsé un poco y agarró mi culo, excitándome. Me volvió a besar llevándome a la pared y una vez allí entró en mí, me aferré más a él cuando empezó a moverse, él estaba haciendo todo, yo solo disfrutaba, cada vez eran más fuerte y rápido, le besé enredando su lengua y la mía, arañé un poco su espalada y captó la indirecta, si antes ya se movía rápido ahora iba como una bala, él también estaba  a punto de llegar. Gemía dentro de su boca, nunca me había gustado demostrarlo mucho, solté un pequeño grito cuando llegué al orgasmo, nos quedamos unos segundos quietos y volvió a moverse, era su turno, le quedaba nada, me acercó más a él terminando con una fuerte embestida, seña de que él también había llegado, me bajé con cuidado besando su pecho.

 Nos metimos a bañar y volvían a ver toqueteos en la ducha. Sonreí.

-Pues, no. Otras veces has estado mejor. – dije picándolo mientras nos metíamos a la cama.
-Sabes que no. Lo que me dices hace que me sienta mal. – había olvidado ese pequeño detalle. Miré el reloj mientras él se acostaba, no era tan tarde, los doce y media, buena hora para dormir.

-Has estado genial, imbécil. He disfrutado como nunca. – le besé quedándome allí unos largos segundos. – Gracias. – Lo abracé y besé su pecho. Le echaría de menos.
-Duérmete ya que no te querrás levantar mañana. – subí mi mirada y le miré por última vez, quedándome dormida.


Es muuy largo pero no podía acortarlo, yo me entiendo, espero que no os hayáis aburrido leyendolo :S

2 comentarios:

  1. Omg mueroooo jajajajajajaja que tengo ganitas de verte amoreeee me encanta te quierooo

    ResponderEliminar
  2. Tu me quieres matar verdad? Pero q monos sois Z y Tu asdfghj
    Claro q no nos hemos aburrido leyendo a mi me ha encantado
    Un besazo desde L.A. Love U <3

    ResponderEliminar